#98. Las mamografías… ¿salvan vidas o te ponen en riesgo? Lo analizamos.
Ana era una chica de 35 años, que acudió a consulta para valorar un bulto pequeño que se había notado en el pecho.
Yo era entonces un estudiante de medicina, que intentaba sacarle el máximo aprendizaje a mis prácticas de exploración y ecografía mamaria.
Al terminar la ecografía, el médico especialista nos comentaba, antes de decírselo a la paciente, que la ecografía no mostraba ninguna lesión, que Ana no tenía nada.
Pero la mamografía, hecha ese mismo día, nos dejó helados.
Esas microcalcificaciones sospechosas eran cáncer y habría pasado desapercibido si solo se hubiese hecho la ecografía.
Nos hizo comprender que cada prueba aporta cosas distintas y por qué la mamografía no es opcional si queremos diagnosticar el cáncer a tiempo.
Pero hoy, cada vez que alguien nos dice “he visto un vídeo viral que asegura que la mamografía causa más cáncer del que cura”, nos asalta una mezcla de exasperación y duda.
¿Aumenta la mamografía el riesgo de cáncer? ¿Puede la mamografía ser contraproducente?
En el Día Internacional del Cáncer de Mama, analizamos si esto fue una casualidad, si la mamografía da cáncer, y si es peligrosa.
Nos hemos puesto a estudiar de nuevo y hemos preparado este artículo en respuesta a las dudas más habituales, para traerte las certezas que necesitas. Este artículo es para ti, para tu madre, tu hermana o tu amiga. Para ayudarte a calmar miedos, ahuyentar bulos y entender de verdad el papel de la mamografía.

¿Por qué tantas pruebas? ¿Para qué sirve cada una?
Mira, cuando tenemos que valorar a una paciente que se ha anotado bultos en su mamá, o simplemente tenemos que descartar si una chica tiene o no cáncer de mama, nos servimos habitualmente de tres pruebas: la ecografía; la mamografía y la resonancia magnética.
1) Ecografía: la prueba que abre la puerta del diagnóstico
La ecografía es una técnica que no usa radiación, lo que la convierte en excelente como prueba inicial en mujeres jóvenes.
Es fantástica para valorar nódulos palpables (los que la paciente se nota al tocar su mama), estudiar áreas que no se ven en mamografía (entenderemos esto más adelante) y guiar biopsias.
Pero tiene dos grandes enemigos: el calcio y el aire. ¡Y las microcalcificaciones son un signo típicamente asociado al cáncer de mama! Por eso, en un estudio completo de la mama, no puede reemplazar a la mamografía, ya que la mayoría de las microcalcificaciones (signo típicamente asociado al cáncer de mama) no se ven en la ecografía.
Entonces, ¿por qué es tan buena? Necesitamos que conozcas a la mamografía antes de entender cómo funcionan de manera conjunta.