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#99. El movimiento como medicina: así reacciona tu cuerpo cuando haces ejercicio.

¿Qué pasa cuando te mueves?

Cada paso, cada respiración acelerada, enciende una conversación dentro de ti.

Tu corazón late más fuerte. Tus músculos reclaman energía. cerebro se activa, y hasta tu intestino responde al mensaje de: “estamos vivos”.

El ejercicio no es solo esfuerzo. Es una señal biológica que reprograma tu cuerpo para protegerte. Un diálogo entre órganos que mejora tu salud, te llena de energía y mantiene tu corazón joven.

Este artículo es súper interesante. Te va a encantar.

La ciencia, poco a poco, nos confirma y esclarece cuestiones que ya sospechábamos desde hace tiempo: hacer ejercicio no solo fortalece nuestros músculos, sino que reprograma el cuerpo entero para protegernos frente a enfermedades cardiovasculares, metabólicas y cognitivas.

En cierto modo, cuando te mueves, activas una red de comunicación entre corazón, músculo, cerebro, intestino e incluso tu microbiota intestinal.

Como se describe en esta revisión, cada sesión de ejercicio desencadena una cascada de señales biológicas que transforman, poco a poco, el funcionamiento de tus órganos.

Pero, ¿qué sentido tiene esto?

En tu metabolismo está la respuesta.

El metabolismo se define como el conjunto de procesos destinados a la obtención de energía para mantenernos con vida. Es la manera en que tu cuerpo transforma los alimentos en energía, repara tejidos y gestiona funciones esenciales como la temperatura o el equilibrio hormonal.

En él participan múltiples órganos como el músculo, el hígado, el páncreas y el tejido adiposo, entre otros, que actúan como engranajes de una misma máquina. Cuando uno se altera, todo el sistema se resiente. Y ahí es donde el ejercicio interviene como el mejor restaurador natural de ese equilibrio.

De hecho, podemos decir que el ejercicio es el mejor regulador natural de la glucosa. Cada sesión aumenta la sensibilidad a la insulina y la capacidad del músculo para captar glucosa. Por eso, incluso sin pérdida de peso, las personas activas presentan un control glucémico mucho mejor. Y por esto, entre otras cosas, el ejercicio es clave para nuestra salud.

En el hígado, realizar ejercicio reduce la acumulación de grasa (esteatosis hepática) y mejora su respuesta a la insulina. En el tejido adiposo, incluso sin pérdida de peso, mejora el tipo de hormonas que libera, cambiándolas hacia un perfil menos inflamatorio. Y en el páncreas fortalece la función de las células beta, responsables de producir insulina, favoreciendo su respuesta ante los picos de glucosa.

Todos estos cambios convergen en una mejora global de la salud cardiometabólica, reduciendo el riesgo de diabetes tipo 2, síndrome metabólico y enfermedad cardiovascular.

Respuesta metabólica al ejercicio y sus implicaciones en la salud, Fuente: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/38183980/

Tu corazón reacciona así.

El corazón, sin duda, también se entrena.

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