#62. Así cambia tu corazón cuando haces ejercicio.
Que hacer ejercicio es bueno lo sabemos,
y que mejora tu sistema cardiovascular,
pero lo que no imaginas es hasta qué punto cambia tu corazón.
Hoy, te enseño probablemente la razón más potente por la que debes de hacer ejercicio.
Acompáñame.
TU CORAZÓN ES UNA BOMBA… ADAPTABLE.
El corazón es una bomba que se adapta a las demandas de tu organismo. Y como comprenderás, no es lo mismo nutrir y bombear un cuerpo de 50 kg que uno de 90 kg. Así como no es lo mismo bombear un cuerpo en reposo, que uno durante la realización de un sprint a la máxima potencia, donde todos tus músculos están demandando, “chupando” energía.
Pues bien, podemos medir el rendimiento del corazón en un momento dado. Lo hacemos mediante el cálculo del llamado gasto cardiaco. El gasto cardíaco es el volumen de sangre que el corazón bombea por minuto. Se calcula multiplicando la frecuencia cardíaca (latidos por minuto) por la cantidad de sangre que el corazón expulsa en cada latido (el llamado volumen latido). Durante el esfuerzo físico, tanto la frecuencia cardiaca como el volumen latido aumentan, por lo que durante el ejercicio se eleva el gasto cardíaco.
Pero a largo plazo, si haces ejercicio regular, tu corazón va a intentar adaptarse, va a intentar cambiar para que le sea más sencillo generar ese aumento del gasto cardiaco que le exiges regularmente. Y así, con el entrenamiento, tu corazón cambia.
Una consecuencia muy conocida de esto es la baja frecuencia cardiaca en reposo que tienen los deportistas. Es especialmente evidente en atletas de resistencia, que pueden presentar frecuencias en reposo por debajo de los 40 latidos por minuto. Es debido a que el corazón del deportista de resistencia se hace más grande, para tener una mayor capacidad de bombeo. Es decir, son corazones que tienen un mayor volumen latido. Así, en reposo, un corazón con un mayor volumen latido puede generar el mismo gasto cardiaco con una menor frecuencia cardiaca.
Y por eso disminuye la frecuencia cardiaca basal en el deportista. Ahora bien, tu corazón no se adapta igual a todo ejercicio.
EL TIPO DE ENTRENAMIENTO IMPORTA
