#81. Cómo dormir fresco en verano (sin aire acondicionado).
Noches de verano: cómo el calor afecta al sueño y estrategias naturales para combatirlo.
Llega el calor… y las noches de lucha por dormir mejor.
Es que no sabemos si bajar las persianas, si subirlas, si humidificar, si aire sí o aire no…
Lo que quizá no sabes es que hay formas muy interesantes e incluso estudiadas por la ciencia que nos ayudan a dormir más frescos en verano.
Las hemos estudiado, y te las contamos todas.
Artículo super práctico. Vamos allá.

Sobre el descanso y la regulación de la temperatura.
Todos hemos pasado alguna vez una noche tropical dando vueltas en la cama, sacando y metiendo la pata de la sábana buscando el equilibrio perfecto. Más allá de la incomodidad evidente, hay razones fisiológicas por las que el calor dificulta tanto dormir bien.
Tu organismo sigue un ritmo circadiano de 24 horas que incluye cambios en la temperatura corporal. Al acercarse la hora de dormir, la temperatura interna comienza a descender, haciéndonos sentir somnolientos. Esto ocurre porque el cerebro (mediante la hormona melatonina) envía señales para dilatar los vasos sanguíneos periféricos del cuerpo y así libera calor por las extremidades, enfriando el núcleo (el centro) del cuerpo.
De hecho, ya dormidos, la temperatura central alcanza su punto más bajo aproximadamente 2 o 3 horas antes de la hora natural de despertar, gracias a que te quedas quieto y facilitas que el cuerpo mantenga esta temperatura ideal para el descanso.
Es decir, necesitamos perder calor para poder dormir profundamente.
El problema viene cuando el entorno es demasiado cálido e impide que se pueda perder calor por la piel porque el ambiente sea casi tan (o más) cálido que el cuerpo. Eso dificulta el inicio del sueño y su mantenimiento en fases profundas. Además, el cerebro interpreta el exceso de calor como una señal de alerta: no podemos “bajar las defensas” para dormir si estamos incómodos.
Por suerte, hay muchas estrategias naturales para ayudar a nuestro cuerpo a refrescarse y vencer esas noches bochornosas que nos acechan sin necesidad de enchufar nada más que a tu propio cuerpo.
Tips para combatir el calor nocturno (¡sin aire acondicionado!)
Si el calor te quita el sueño, no desesperes ni empieces a buscar en Wallapop un aire acondicionado portátil. Te cuento los trucos naturales y en armonía con tu fisiología para refrescarte de forma sostenible para tu salud y para el planeta:
1 - Haz que tu circulación sea el aire acondicionado de tu cuerpo. Puedes enfriar las “tuberías” principales aplicando frío en las zonas de pulso o donde los vasos sanguíneos corren cerca de la piel, como las muñecas, el cuello, la cara interna de los codos, las ingles o los tobillos. Por ejemplo, sumergir las muñecas en agua fría durante unos 30 segundos antes de acostarte ayuda a enfriar la sangre que circula por todo el cuerpo.
Si necesitas que dure más tiempo, puedes recurrir a rociar con agua unos calcetines (limpios por favor), meterlos en el congelador y ponértelos solo alrededor de los tobillos (no calzártelos, si no quieres despertarte acordándote de tus doctores favoritos) al meterte en cama.
