#12. Así es un ecocardiograma. Cómo ver tu corazón.
Vale. Te han pedido un ecocardiograma y no sabes qué pasa.
O qué se ve.
¿Para qué sirve eso? ¿Hace daño? ¿Qué nos puede enseñar?
La realidad es que es una de las exploraciones más bonitas y visuales de toda la cardiología.
Entra y descubre qué nos aporta.
El ecocardiograma es una de las pruebas clave en la valoración cardiológica de cualquier persona. De hecho, dado su gran utilidad cada vez más especialidades se animan a incluirla en su práctica clínica, por lo que las probabilidades de que te realices alguna o hayas escuchado a algún familiar hablar de ello son altas.
En este post descubriremos sus principales utilidades y qué esperar en el caso de que tu médico solicite una para ti.
El ecocardiograma, además de un trabalenguas, es…
Por partes. Dentro de las miles aficiones de los médicos aparte de inventarnos palabras imposibles de pronunciar a la primera, se encuentra nuestra curiosidad de ver en directo qué pasa en nuestro interior. Cardiología como otras especialidades, tiene acceso a una herramienta fundamental que permite responder a esa pregunta y con la gran bondad de no tener que abrir el pecho para ello: una ecografía del corazón, o con nuestras palabrejas, una ecocardiografía.
Se trata de una técnica de imagen de gran disponibilidad, no invasiva, relativamente sencilla de realizar y que nos permite ver en movimiento el corazón, sus estructuras, órganos vecinos y entender qué pasa o qué está dejando de pasar.
Por qué me ha pedido mi médico una ecocardiografía
Las razones son varias y, en general, no debería ser un motivo de preocupación o gran estrés, ya que también se hacen estudios en personas sanas. Algunas de las indicaciones más frecuentes son: