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#51. Cómo eliminar el estrés crónico.

La sociedad del estrés.

Vivimos en el mundo de la inmediatez, del ya, del ahora.

Del todo se puede. Y se hace.

Habitamos la sociedad del estrés.

Y lejos de venirnos bien, nos está matando. Poco a poco.

Afortunadamente, se puede aprender a gestionar el estrés, para mejorar nuestra salud mental y física.

Acompáñame, que te doy las claves.

1. ¿Qué es el estrés y cuándo se convierte en un problema?

El estrés es una señal que nos impulsa a movilizarnos, preparándonos para enfrentar nuevos desafíos

El estrés es una reacción natural de nuestro cuerpo ante estímulos que nos exigen actuar sacándonos de nuestra zona de confort. Esta respuesta de activación, que solemos notar como una mayor alerta o energía, está ligada a eventos que no tienen por qué ser negativos. Un nuevo proyecto o planear un viaje también nos provoca estrés.

Entonces, ¿cuándo se convierte en un problema?

Si nos ponemos a trabajar en el asunto que demanda nuestra energía y lo superamos, la señal de estrés desaparece y en estos casos decimos que hemos tenido un pico de estrés agudo. Y esto es llevable, y hasta sano.

Sin embargo, cuando esta activación se sostiene en el tiempo y el cuerpo permanece en un estado de alerta constante por semanas, meses o incluso años, se convierte en estrés crónico. Y, como puedes imaginarte, esto no es tan sano. 

El estrés crónico agota nuestros recursos y compromete nuestra salud física y mental, produciendo, además de infelicidad, enfermedades digestivas, autoinmunes y cardiovasculares, entre otras. 

2. “Usted lo que tiene es estrés”

El estrés está diseñado para que no nos demos cuenta de que lo sentimos, pues su función no es pararnos sino todo lo contario: ponernos en acción. 

Aunque los síntomas difieren de una persona a otra, y nadie tiene todos ellos, sí es común que aparezcan varios de los que hay aquí:

3. Estrategias para vivir sin estrés crónico

Afortunadamente, podemos aprender a gestionar el estrés y conseguir eliminarlo de nuestra vida. Como profesional, desde mi punto de vista, existen una serie de pasos clave para vivir con bastante menos estrés, o sin él. Te los cuento.

3.1 Reconecta contigo

Un factor común en las personas estresadas es que están desconectadas de su cuerpo y sus emociones. Por eso, hay que empezar por aquí.

Para.

Al menos 5 minutos al día.

Para y escucha a tu cuerpo porque te está mandando señales. Una forma fácil de empezar a conectar contigo es escribir al menos 5 minutos cada día tratando de contestar a estas preguntas:

¿Cómo estoy ahora?

¿Cómo me siento?

¿Qué puedo hacer por mí?

¿Qué necesito?


ACEPTA LO QUE HAY Y NO PUEDES CAMBIAR
+
ACEPTA CÓMO ESTÁS Y CAMBIA

Antes de ponernos a mejorar, tenemos que saber de dónde partimos. Cuando nos apuntamos a clases para aprender una segunda lengua, primero nos hacen una prueba de nivel, ¿verdad? No es un examen para humillarnos o hacernos sentir mejores ni peores que nadie, es solo una prueba necesaria para saber cuál es nuestra línea de salida. Y de ahí, para arriba.

Pues con nuestro nivel de estrés pasa lo mismo, lo primero es identificarlo gracias al paso 1: reconecta contigo. Ahora, toca aceptarlo para poder mejorar.

Y, ojo, la aceptación es doble. Por un lado, he de reconocer y aceptar los factores externos que ahora me generan estrés - un pico de trabajo, una reforma, un viaje, un examen, por ejemplo – y, por otro, he de identificar cómo y cuánto me afecta a mí – no duermo, tengo taquicardia, me duele la cabeza, todo lo que como me inflama – Es decir, he de aceptar que todo esto me está debilitando.

Reconocerme vulnerable en este momento es elemental para saber de dónde parto y qué necesito. Y de aquí para arriba.

Lo que no se acepta se enquista. Lo que se acepta, se integra y se supera.

La aceptación es necesaria y es doble:

  1. Acepta lo de fuera: Hay que aceptar la situación externa que nos está estresando, pues normalmente esta no la podemos cambiar.
  2. Aceptar lo de dentro: Hay que aceptar cómo me está afectando a mí. Aceptar que esta situación me está debilitando es el primer paso para poder cambiar cómo lidio con ella y recuperar mi energía y mi ilusión.

3.2 Recupera el control de tu vida

Hay algo que debes saber: Cuanta menos percepción de control, más estrés.

Debemos saber que el estrés llega cuando nos sentimos superados por una serie de acontecimientos que se escapan a nuestro control. Todo iba bien hasta que dejamos de sentir que “controlábamos” y nos empezamos a sentir “indefensos” y “superados” ante la realidad. Por eso es importante que recuperemos la sensación de control. Y como, la mayoría de las veces, la realidad no la podemos cambiar, vamos a cambiar nosotros. 

¿Cómo?

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