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#14. Variabilidad de la frecuencia cardíaca, ¿por qué debes saber la tuya?

Las pulseras de actividad y relojes inteligentes nos aportan muchos datos pero, ¿cuáles son interesantes?

De entre ellos, la variabilidad de la frecuencia cardiaca es de los más prometedores.

¿Qué hay de cierto? ¿Tiene más de ciencia-ficción que de realidad?

Te lo cuento.

En primer lugar, ¿qué es la variabilidad de la frecuencia cardíaca?

Cada vez son más las herramientas que disponemos para conocer nuestro estado de salud, cuantificar el estrés y en definitiva mejorar nuestra calidad de vida. Gracias al desarrollo y evolución de la tecnología, somos capaces de evaluar la forma en que nuestro cuerpo interactúa con nuestro entorno, observando como nuestros pensamientos, el consumo de tóxicos o el estrés físico y psicológico afectan a nuestro sistema nervioso, y por tanto, a todo nuestro organismo.

Este es el caso de la variabilidad de la frecuencia cardíaca, que tratamos hoy.

La variabilidad de la frecuencia cardíaca, VFC o HRV por sus siglas en inglés, es básicamente el intervalo de tiempo medio entre latidos, expresado en milisegundos (ms). Y es que cuando lo medimos de manera muy precisa, el tiempo entre tus latidos no es exactamente el mismo, sino que fluctúa y varía a lo largo de los segundos, minutos y horas.

¿Y a mí qué me dice eso?

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