#15. Un poco de alcohol puede ser sano para ti.
Si eres de los que creen que el alcohol solamente perjudica y no aporta nada positivo a la salud, puede que estés equivocado.
Ahora bien, si crees que un poco de alcohol es del todo saludable, entonces seguro que estás equivocado.
Y es que la relación entre alcohol y salud cardiovascular siempre ha sido controvertida.
¿Es buena la copita de vino al día para tu corazón?
¿Qué hay de cierto en esta relación? ¿Tiene intereses detrás? ¿Es real o no?
Te lo cuento.
El Alcohol y tu cuerpo.
Las membranas de tus células son altamente permeables al alcohol. Así, una vez entra en tu cuerpo, se distribuye de manera global. Al ser el alcohol una molécula bioactiva y de fácil distribución, produce numerosos efectos en todos tus órganos.
Se ha descrito su comportamiento como bifásico, pues sus efectos cambian con el tiempo y la dosis. Mientras que en un primer momento, un consumo leve produce relajación, alegría y desinhibición, a medida que aumenta la dosis aparece visión borrosa, desequilibrio y falta de coordinación. Si consumimos más, puede provocar disminución del nivel de consciencia, vómitos, problemas cardiacos como arritmias e incluso el coma y la muerte.
Parece entonces difícil defender su consumo como algo saludable, pero lo cierto es que el efecto de casi todas las variables vitales depende de su rango. Demasiada agua te puede matar, demasiada comida también. ¿Se aplica esto también al alcohol o no hay un consumo seguro?
El Alcohol y tu Sistema Cardiovascular
El etanol, la molécula presente en las bebidas alcohólicas, afecta al sistema cardiovascular de múltiples maneras. Mira, de manera aguda produce una vasodilatación en tus arterias. Las hace más grandes, por lo que ejercen menos “presión”, y tu presión arterial disminuye. Ahora bien, en respuesta a ello, tu corazón ha de aumentar tu frecuencia cardiaca para compensar esa pérdida de presión, lo que puede provocar palpitaciones o arritmias.
Además, de forma aguda también “irrita” las aurículas de tu corazón, probablemente por un aumento del estrés oxidativo celular, lo que aumenta el riesgo de un tipo de arritmia en particular, la fibrilación auricular. Los sábados y domingos por la mañana siempre hay algún paciente en urgencias que acude por este motivo, lo que le ha valido a este síndrome el nombre de “corazón de fiesta”.
A largo plazo, el consumo excesivo de alcohol puede tener un efecto tóxico directo sobre el músculo cardíaco, provocando lo que conocemos como cardiomiopatía alcohólica. Y es que el alcohol daña directamente tus células cardiacas, debilitándolas y afectando a su capacidad para bombear sangre, generando una insuficiencia cardíaca grave. También a largo plazo aumenta el riesgo de fibrilación auricular crónica, lo que supone riesgo de trombosis y subsecuente ictus.
El consumo crónico de alcohol altera el metabolismo lipídico elevando los niveles de triglicéridos, genera un aumento de inflamación crónica de bajo grado, así como provoca cambios en tus arterias que conducen a hipertensión, al contrario que en el momento agudo. Y todos son factores de riesgo para la enfermedad cardiovascular.
Entonces, ¿por qué se ha popularizado la idea de que el alcohol es bueno para el corazón?
Pues puede que te sorprenda, pero a pesar de todo lo anterior, la evidencia parece apuntar a que el consumo crónico leve-moderado de alcohol disminuye el riesgo de infarto de corazón.
"El consumo crónico leve-moderado de alcohol disminuye el riesgo de infarto de corazón"
¿Cómo? Pues sí. Y la razón...