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#40. Michelines vs. Grasa interna. ¿Qué grasa corporal es peor?

Todos preocupados por la barriga,

cuando posiblemente es el depósito de grasa menos perjudicial de todos.

¿Sabías que la grasa que rodea tu corazón, o tu hígado, es tan fundamental como peligrosa si es demasiada?

Te lo cuento todo. Acompáñame.

El tejido adiposo o la “grasa corporal” ha sido considerado como un almacén de energía. Sin embargo, hoy ya sabemos que esta visión es parcialmente ciega, pues la grasa corporal es mucho más que un simple depósito de grasa. Más allá de ello, se comporta como un órgano endocrino de vital importancia en la fisiología humana.

Estudios recientes nos han hecho ver que la grasa corporal participa activamente en la regulación del metabolismo, la inflamación, y otras funciones esenciales para el mantenimiento de la salud.

Y así, es un factor muy importante a considerar cuando valoramos la salud integral de una persona, teniendo en cuenta que su acumulación en ciertas zonas como en el corazón puede generar graves problemas para la salud.

En el articulo de hoy vamos a desglosar cómo es la grasa corporal, cuál es su función e incluso qué podemos hacer para evitar problemas metabólicos y cardiovasculares.

¿Qué función tiene el tejido adiposo?

La más evidente es la que ya conocíamos, y es que es un muy rentable almacén de energía. Piensa que la grasa es el macronutriente más calórico que existe. Y así -y aproximadamente- cada kilogramo de grasa en tu cuerpo es capaz de aportarte unas 7.500 kcal. Esto significa que en tan solo 1 kg de grasa que almacenes, tienes el equivalente a unos 19 platos de paella, o a 20 hamburguesas de 100 gr de carne. ¡En solo 1 kg! Es un depósito super rentable.

Sin embargo, la grasa es mucho más. Y es que tiene un papel muy importante en el metabolismo, pues es un tejido vivo que secreta unas hormonas, llamadas adipocinas, que modulan la función y respuesta de todo tu sistema endocrino.

Estas moléculas actúan como señalizadoras, y su equilibrio es clave, pues como veremos a continuación, una alteración al alza o a la baja en la secreción de adipocinas puede llevar a un estado inflamatorio crónico de bajo grado, que está estrechamente asociado con la resistencia a la insulina y el desarrollo de enfermedades metabólicas.

NO TODA LA GRASA ES IGUAL

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